España se aseguró contra Turquía el pase a octavos en un partido que para nada fue para tirar cohetes, es más, me arriesgaría a decir que estuvieron peor que contra los checos. Vale que ganaron 3-0, que fueron el primer equipo en marcar más de dos goles en la Eurocopa, que fueron superiores a los turcos, pero el partido estuvo lleno de imprecisiones, imprecisiones que, verdaderamente, me sorprendieron.
Sergio Ramos, el capitán, no estuvo bien, sobre todo al comienzo del partido en donde un error suyo casi deja solo a un turco, algo que le acabó costando la amarilla y que le condicionó durante todo el partido. Tampoco estuvo fino el guía de la selección Busquets pues su partido estuvo, en gran parte, lleno de pases erróneos. No obstante, la somnolencia de los turcos y el ritmo de los de Del Bosque hizo que pasásemos por alto esos fallos pocos comunes en alguien como él.
Asimismo, Silva no tuvo su mejor día. El canario lleva mucho tiempo sin brillar y eso preocupa, por lo menos a la gente que creemos que no atinó a la hora de dar el último pase. Quiebro por aquí, quiebro por allá, hizo lo que no tenía que haber hecho: dar un pase hacia atrás. Marea mucho la pelota, y eso no me gusta nada. Lleva el peligro en sus botas pero no acaba de aprovecharlo, y el primer damnificado es él, sus compañeros y la selección.
Otro que estuvo desaparecido porque tenía a un turco siempre encima, desde mi punto de vista, fue Iniesta, aunque luego la UEFA le nombró el mejor jugador del partido. Y es que ver su manejo del balón, su clase, la magia que hace con los pies es alucinante y hay que premiarlo. El de Fuentealbilla aparecía en jugadas concretas, pero eso sí, siempre en las peligrosas, haciendo lo que mejor sabe hacer: guardar el balón y esperar el momento exacto para dar el pase; quizás por eso le eligieron como el mejor.
De los demás, tengo que decir que estuvieron en su línea, pero sí que es cierto que señalaría a cuatro de ellos. A De Gea porque ha vuelto a ser un espectador más del partido, por lo que, si cada vez que juega él ocurre lo mismo, bienvenido sea su titularidad. A Piqué porque ha hecho un partido perfecto, sin ningún fallo, transmitiendo seguridad a sus compañeros y a la afición. A Morata, el nueve de España, porque, además de ser generoso defendiendo, al final marcó, y no sólo uno; dos de los tres goles llevan su nombre, algo que nos hace pensar que la mala racha goleadora de los delanteros se ha acabado. Y más después de que Nolito, otro de los delanteros y el último de los destacados, también marcase su primer gol en esta Eurocopa. Del jugador del Celta quiero recalcar también sus ganas, su ambición y su asistencia en el primer gol de Morata y de España (que fue muy parecido al gol contra la República Checa).
Por otro lado, esta jornada ha sido la de los goles en los últimos minutos. El ejemplo de esto es Inglaterra, que le marcó Gales en el minuto 92 para llevarse los tres puntos, y la República Checa, la cual también marcó en el tiempo de descuento para llevarse un puntito que le deja seguir soñando.
Asimismo, nos ha dejado con el pase a octavos de Italia y de Francia y con el empate de los campeones del mundo, Alemania, contra Polonia, una sorpresa la verdad. Aunque la sorpresa me la he vuelto a llevar con Islandia. Vaya vaya con los islandeses, que de nuevo han empatado, esta vez con Hungría y por un gol en propia puerta en los últimos minutos. Podrían haber ganado. ¡Lástima! Pero de los errores se aprende.
Los que no ganaron fueron los portugueses, y eso que ocasiones de gol no le faltaron. Alrededor de 20 tiros a portería y ni una va dentro, ni de penalti marcan. Ronaldo desaprovechó la pena máxima, falló el penalti que le podría haber dado la primera victoria al equipo luso en la Eurocopa. Portugal está en una situación complicada porque puede quedar fuera de la competición, y eso sería catastrófico, sobre todo, para los que pensábamos que eran los favoritos del grupo.
¿Quiénes pasarán? ¡Hagan sus apuestas!
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