Llevaba tiempo queriendo leer algo de Shakespeare y qué mejor manera de hacerlo que leyendo una de sus obras más selectas, Romeo y Julieta. Todo el mundo conoce esta trágica historia de amor que acaece en Verona, pero para los que no la conozcáis este teatro narra la historia de dos jóvenes que se enamoran a primera vista a pesar de que sus familias sean enemigas. Ambos son víctimas de una situación de odio y violencia que ni desean ni pueden remediar; por ello, deciden vivir su amor y contraer matrimonio en secreto, con la ayuda de sus criados de plena confianza. Todo parece indicar que vivirían su amor a escondidas de todos hasta que tuviesen las fuerzas necesarias para contar lo que sentían y que sus familias lo comprendiesen y pudiesen limar asperezas, pero no. Romeo, recién casado con su amada Julieta, mata al primo de ésta, desencadenando la tragedia y precipitando los acontecimientos que se ven guiados por el azar y la fatalidad.
«¡Oh! No jures por la luna, por la inconstante luna, que cada mes cambia al girar en su órbita, no sea que tu amor resulte tan variable.»
Además, ¿sabíais que la historia de Romeo y Julieta tiene antecedentes en la mitología y literatura griega y en algunas leyendas medievales y que si no hubiera sido por Shakespeare se hubiera perdido? Y es que él le dio una pasión y un dramatismo inéditos en aquella época que ha contribuido a que se mantenga la leyenda, algo que podemos contemplar en las muchas adaptaciones que se han hecho para cine y teatro.
Para acabar, no sé si era su intención o no, o es que soy yo que leo entre líneas, pero aparecen varios mensajes ocultos (los mayores deberían aprender de los jóvenes, se hacen muchas locuras por amor, el odio y las armas no son la solución ni el modo para arreglar las cosas…) que quizás tengan relación con la sociedad o situación que había en aquellos tiempos.
«Una paz lúgubre trae esta alborada. El sol no mostrará su rostro, a causa de su duelo. Salgamos de aquí para hablar más extensamente sobre estos sucesos lamentables. Unos obtendrán perdón y otros castigo, pues nunca hubo historia más dolorosa que esta de Julieta y su Romeo.»
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