Matilda es una ávida lectora de solo cinco años. Sensible e inteligente, todos la admiran menos sus mediocres padres, que la consideran una inútil. Además, tiene poderes extraños y maravillosos...
Un día, Matilda decide liberarse y empieza a emplearlos contra la abominable y cruel señorita Trunchbull.
OPINIÓN PERSONAL:
Si hay un nombre que me haga volver mi niñez es el de Matilda. ¿Por qué? Simple. Fue la película que veía a todas horas cuando era pequeña y ahora, con 20 años, he tenido el placer de leer el libro en el que se basó.

A medida que lo iba leyendo recordaba las escenas de la película con sus respectivos diálogos. Era como volver a verla, pero esta vez en mi mente y no en una pantalla de televisión. Además, las ilustraciones que incorpora el libro ayudan un poco a situarte en el contexto. ¡Son súper graciosas!
No obstante, tengo que decir que no es igual que la película, y más si lo lees tomando como referencia el largometraje, como hice yo. Cuando adaptaron el libro cambiaron la cronología de varios hechos (el pegamento en el sombrero y el tinte de pelo) y le añadieron escenas que he echado en falta mientras lo leía porque son las que más me gustaban (cuando entraban a la casa de la Trunchbull, por ejemplo).

Y si tendría que sacarle un defecto al libro sería el final. Desde mi punto de vista parecía que Roald Dahl quería acabar la historia y no sabía cómo. El desenlace está muy poco cuidado y, si tomas como referencia el de la película, te das cuenta que el de ésta está más preparado y es, incluso, más realista.

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